Existe muchas de dietas para reducir de peso, todas ellas representan sacrificios diferentes y ofrecen resultados inmediatos, si bien a corto plazo los resultados son visibles, a largo plazo los resultados se revierten y lo que es peor, se aumenta el doble de peso de que se dispuso a bajar en un principio.
Existen 3 tipos de dietas para adelgazar, cada una con sus principios:
- Por un lado están las dietas hipocalóricas, las cuales te restringen la cantidad de alimentos a comer.
- Por otro, están las dietas cetogénicas, que te limitan el consumo de hidratos de carbono.
- “Otras dietas“, como puedan ser la disociada, de la luna … que se basan en unos principios dudosos.
Sabiendo esto, ¿cuál crees que es la combinación de alimentos que, seguramente, nos harán engordar mucho?
El verdadero arte de comer para bajar de peso consiste en digerir completamente todo el alimento, para que todas las sustancias nutritivas, incluyendo los aminoácidos, vitaminas y minerales, puedan asimilarse. Para ello el organismo separa los alimentos en sus componentes más simples.
Todo este proceso recibe el nombre de digestión y se realiza mediante los órganos del aparato digestivo. Durante el trayecto que sigue el alimento desde la boca hasta el intestino, entra en contacto con sustancias llamadas enzimas que lo descomponen en partes cada vez más pequeñas, hasta obtener los nutrientes en forma asimilable, por esta razón son esenciales para la vida.
No mezcles hidratos y grasas
Pongámonos en una situación que sería favorable para adelgazar: vamos a comer un plato de arroz blanco, con una pechuga de pollo. Esta combinación es buena, pues tienes tu ración de hidratos, y tu parte de proteína que te viene de la pechuga y lo mejor seria que estas cantidades fuesen a partes iguales.
Ahora imaginemos un plato de pasta. Tenemos los spaghetti, la carne y el tomate. No es mala combinación, de hecho es tan buena como la primera, pero metes la pata si, a esto, le añades un buen puñado de queso rallado, pues la combinación hidratos + grasas no es recomendable.
De hecho, estás mezclando los dos “alimentos prohibidos”. Por un lado, las grasas (prohibidas en la dieta hipocalórica) y, por otro, los hidratos (prohibidos por la cetogénica). ¿Qué crees que puede salir de ahí? lo mas seguro aumentar en los rollitos.
Así por ejemplo, cuando se come un alimento que contiene almidón -como el pan o la harina- , en la cavidad oral se activan las condiciones para su digestión y se segrega la enzima tialina, que es la que digiere los carbohidratos. Una vez que el bolo de pan o harina es deglutido y llega al estómago, el organismo retarda la producción de ácido clorhídrico (principal jugo gástrico) para permitir que la tialina siga actuando durante el tiempo suficiente.
Por el contrario, cuando se ingiere alimentos proteicos su digestión se inicia en el estómago por obra de otra enzima, la pepsina, que se activa en un ambiente ácido. Entonces, comiendo carnes, el estómago procede inmediatamente a producir ácido clorhídrico para aumentar su nivel de acidez y de este modo prepararse para una rápida digestión.
En este sentido, es evidente que el consumo de alimentos proteicos y de alimentos ricos en almidón en una misma comida tiene el efecto de obligar al organismo a un trabajo muy difícil, volviendo lento y menos eficaz todo el proceso de digestión.
Se puede decir entonces que el proceso de la secreción de enzimas es como el funcionamiento de un reloj. Cada una de las enzimas se desprende de acuerdo con la clase de alimentos que se ha comido. Ya sea una proteína, almidón, azúcar o verduras.
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