miércoles, 7 de marzo de 2012

El poder de la Grasa Parda


La grasa parda favorece la disipación de Energía


Otra pieza fundamental para entender cómo actúa el ejercicio en el cuerpo humano es la aportada por Bruce Spíegelman y su equipo, de diferentes departamentos de la, Universidad de Har­vard, EEL estudio publicado en "Nature". Para su estudio usaron ratones a los que les inyectaron la hormona irisina, que en humanos aumenta su nivel con la práctica del ejercicio, y com­probaron que su grasa blanca se transformaba en grasa parda o marrón. Esa transformación es saludable porque la grasa parda quema calorías en lugar de acumularlas."La grasa parda favorece la disipación de la energía en forma de calor, no se almacena. La implicación de la grasa parda en la obesidad es algo muy novedo­so. Hasta hace poco se pensaba que esta grasa sólo estaba en re­cién nacidos pero hace unos años se vio que los adultos tenían al­gunos focos de este tejido. La mayor presencia en bebés explica que tenga un efecto termogénico mayor. Es lo que vendría a expli­car el dicho popular de que si se pierde un bebé en la nieve aguan­taría mejor que un adulto", señala Ana Belén, del Grupo de Endo­crinología Molecular del Hospital Clínico de Santiago de Compos­tela. Y el ejercicio interviene en esa transformación a través de la hormona irisina que aumenta sus niveles después de una activi­dad física prolongada, pero no tras una breve actividad.